Reflexión
La tauromaquia es el espectáculo más maravilloso del mundo, que hace confluir todas las verdades humanas en torno a un hombre y un animal, pero para que este rito litúrgico se pueda dar debe haber un empresario que lo haga salir adelante. Yo soy muy joven, quizá demasiado soñador e idealista, quizá no comprenda que lo que realmente manda es la taquilla, quizá no tengo en cuenta que también de pan vive el hombre, quizá no sepa asimilar que esto de los toros no es más que otro endiablado negocio del capitalismo. Lo que definitivamente no soy capaz de comprender es que se sigan anunciando a toreros con veinte años de alternativa que han dicho todo lo que tenían que decir en el mundo de los toros. En las últimas semanas se han venido rumoreando los carteles de las primeras ferias y me he sentido realmente sorprendido la presencia de ciertos nombres que ciertamente están muy lejos de su nivel de antaño, no solo a nivel artístico sino que tampoco son tan importantes en la taquilla...