EL FUTURO
Futuro, según la RAE, es aquello que está por venir y que ha de suceder con el tiempo. El público de los toros, como en cualquier espectáculo, se va renovando generacionalmente por necesidad vital. En el sector se oye últimamente alguna opinión un ápice hiperbólica sobre la aparición de ciertos personajes de mi generación en los tendidos de todas (o no todas) las latitudes de este país. Algunas de estas críticas son un poco exageradas pero invitan a la reflexión. ¿Qué público queremos? Está claro que el público residual es el que saca adelante las cuentas empresariales y llena los tendidos, el aficionado es minoría en el 95% de los contextos taurinos, pero esa circunstancia es normal y poco alarmante. Lo que realmente debería preocuparnos es encontrarnos con un público "comercial" que ni siquiera va por cierta afición, por intuición estética de la importancia del toreo o porque le llama la atención el espectáculo. Hay una generación entera en ciudades en las que una determi...